Las escuelas de educación especial defienden su papel en el escenario educativo

L’Escola Taiga con sede en Barcelona defiende el valor pedagógico de este tipo de escuelas mientras que la nueva legislación pretende relegar a un papel testimonial a estos centros

 

Los centros de educación especial son entidades cuya función busca dar respuesta a alumnos con necesidades educativas singulares al considerar  que su nivel de integración sería mínimo en un centro convencional. Se trata de “los grandes olvidados” del escenario educativo, la labor de los profesores de estas escuelas es imprescindible a la vez que admirable, todo en un país, en el que la educación especial es aún poco valorada por entes e instituciones.  En Cataluña se aprobó el decreto de educación inclusiva, con el que se garantiza que todos los centros educativos de esta comunidad autónoma serán inclusivos. Eso significa que los alumnos se escolarizarán en centros ordinarios, de manera excepcional los padres podrán solicitar la escolarización de su hijo en un centro de educación especial.

 

María Rosa Pujol, directora de l’Escola Taiga (con sede en Barcelona) es clara al respecto: “las escuelas de este tipo son imprescindibles, cumplen una función pedagógica y educativa de gran valor, fomentan las habilidades sociales del alumno, su responsabilidad y capacidad de auto-superación preparándole para una transición hacia la vida adulta”. Sino se proporciona la formación necesaria a los profesionales de la escuela ordinaria, ni herramientas para la flexibilización funcional ni espacios específicos para logopedia o fisioterapia entonces la escuela especial tiene un papel imprescindible.

 

Cada alumno se juega muchísimo, su calidad de vida en la etapa adulta depende en buena medida de la educación recibida durante la infancia. El alumno debe trabajar con el profesor las competencias instrumentales (cálculo, lectura, escritura) además de habilidades sociales que faciliten una conducta adecuada para cada momento de su vida (afirma la directora de l’Escola Taiga). El tiempo dedicado al aprendizaje debe ser atractivo, eficaz y por tanto, motivador. Las escuelas especiales reúnen muchas condiciones que permiten conseguir todos estos objetivos, uno de ellos el ratio de alumnos por grupo, que puede ser de 3, 4 o 6.

 

Los profesionales de este sector fomentan la expresión artística o el uso de las nuevas tecnologías., Se trata de colaborar en el desarrollo íntegro del alumno y ofrecerle oportunidades reales de aprendizaje preparándolo para que en el futuro sea capaz de resolver sus propios problemas, y conseguir que desarrolle su propia autonomía personal.

Fuente: Periodistas Reunidos