Xixona, el lugar mas dulce del mundo

XixonaCon la Navidad a la vuelta de la esquina, y en mitad del largo puente de la Constitución, le propuse a Carlos hacer una excursión a Xixona.

Xixona (Jijona) es un municipio español de la provincia de Alicante, famoso por ser la cuna del Turrón, y el lugar más dulce del mundo.

Por la mañana salimos de nuestro pueblecito valenciano -Tavernes de la Valldigna- a Xixona.

La distancia en carretera es de 104 kilómetros (algo menos de 90 minutos).

PUERTO LA CARRASQUETA

En el camino hicimos un par de paradas en el Port la Carrasqueta, sito en la Sierra de La Carrasqueta.

La panorámica de las montañas y la costa levantina, desde lo alto de La Carrasqueta, son asombrosas.

En la primera parada, y pegado a uno de los pretiles de piedra de la carretera, se observa la fotografía de una pareja de moteros, cuyos nombres, Moisés y Annabelle, permanecen unidos por el símbolo de lo infinito.

Bajo la divertida y entrañable imagen se lee una fecha y dos frases.

Y a los pies, dos tiestos con flores artificiales, custodian el recuerdo eterno en el puerto de montaña de Moisés y Annabelle.

BIENVENIDOS A XIXONA

A nuestra llegada al pueblo, cruzamos el puente y lo primero que hicimos fue intentar aparcar el coche en el parking gratuito que hay a pocos metros de la entrada. Y digo bien, intentar, porque al ser uno de los días en los que se celebraba la XIII Fira de Nadal de Xixona (Feria de Navidad de Jijona), la tarea se complicó.

Tras el fallido intento, subimos a la parte más alta, y pudimos aparcar, sin mayor dificultad.

Ya que estábamos en la parte más alta, nos dirigimos al castillo, por el camí del Castell.

Poco os quiero contar de su historia ya que durante su cortito recorrido encontraréis unos paneles informativos.

Pero sí dejo estas pinceladas:

Castell de la Torre Grossa está emplazado en la cima de un cerro rocoso. Fue construido en la época almohade (finales del siglo XII), como punto estratégico para defender el límite del Reino de Valencia con el de Castilla.

Por el exterior del recinto amurallado andalusí, y bajo su protección, se desarrolló el núcleo urbano original de la ciudad.

El castillo de Xixona, cuya entrada es gratuita, está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).

-En el plano del castillo vemos que se divide en:

  1. Torre de la Atalaya.
  2. Alcazaba o Baluarte.
  3. Torre del Homenaje o de la Fé.
  4. Entrada Alcazaba.
  5. Torre Grossa.
  6. Entrada al Castillo.
  7. Aljibe.
  8. Torre del Portal o Barbacana.
  9. Torreón Circular.
  10. Torre Santa Catalina.

Algunas partes de la fortaleza han sido reformadas, tanto en épocas pasadas como recientemente.

Se puede subir a la Torre Grossa y a la Alcazaba, por sendas escaleras de caracol (estrechísimas).

¿Lo mejor de la visita? Las vistas panorámicas que tiene… ¡Por los cuatro costados!

ESGLÉSIA DE SANTA MARIA

La iglesia de Santa María o Iglesia Vieja se construyó por orden del rey Jaume I, al parecer sobre la antigua mezquita musulmana (siglo XIII). De estilo gótico parroquial, se caracteriza por su planta rectangular a partir de una sola nave, con capillas laterales.

Lo único que se conserva de ella es la portada. En la arcada superior se observa un conjunto escultórico, compuesto por santa María, soportada por un ángel, flanqueada por san Bartolomé (derecha) y por santa Barbara (izquierda).

Tras la pared de la fachada leemos:

El sábado, 4 de agosto de 1582, vino a Jijona en visita pastoral, san Juan de Ribera, arzobispo de Valencia y patriarca latino de Antioquía; dijo misa y predicó en esta iglesia.

(Jijona en el IV Centenario)

También vino a predicar a esta iglesia Sant Vicent Ferrer en el año 1411.

FONT DE L’ ANDANA

La fuente pública de la Andana se instaló a finales del siglo XIX, en una zona privilegiada que accedía al barrio medieval y la calle que comunicaba la entrada de la ciudad por el sur con el arrabal y el camino hacia Alcoy.

ESGLÉSIA DE ARXIPRESTAL NOSTRA SENYORA DE L’ ASSUMPCIÓ

La iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción (final del siglo XVI – principio del siglo XVII) es de estilo renacentista.

Lo que más destaca de esta iglesia es su campanario de piedra, de planta cuadrada, coronado por un singular capitel de teja plana vidriada, blanca y verde, con dibujos romboidales.

Nada más entrar en la iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción me llamó poderosamente la atención su luminosidad, y la delicadeza de sus figuras, incluidas las que forman el belén navideño.

Al salir me paré a leer lo siguiente:

El sábado, 12 de febrero de 1983, fue traída desde Valencia, la reliquia de san Vicente Ferrer, acompañada por la organización religiosa Junta Central Vicentina y gran número de devotos del santo.

A pesar de la gran nevada que caía, el pueblo jijonenco aguardó en el puente de Alicante su llegada y la acompañó a lo largo de la calle El Vall.

Y tras una breve parada en la casa del número 16, conocida como “La Caseta Fonda” -según la tradición es el lugar donde nació y vivió doña Constanza Miguel, madre del filósofo y santo valenciano-, la reliquia fue llevada a la iglesia arciprestal, donde se expuso para veneración de los fieles.

Debido al vínculo de Jijona con la figura de san Vicente Ferrer, la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción fue declarada Templo Jubilar por el Obispado de la Diócesis Orihuela-Alicante.

De nuevo por las calles de Xixona el espíritu de la Navidad nos acompañaba…

PLACETA DE LA PRESÓ (PLAZOLETA DE LA CÁRCEL)

Este pequeño rincón en Jijona -inaugurado el 22 de octubre de 2009-, homenajea a los que lucharon en la guerra civil por las libertades democráticas, especialmente a los jijonencos.

En la plazoleta el espíritu de la Navidad se palpaba en lo que la rodeaba. La barandilla, los árboles, los bancos. Todo se veía adornado con coloridos motivos navideños, hechos a ganchillo.

FERIA NAVIDEÑA EN LA AVENIDA DE LA CONSTITUCIÓN (2021)

Después de ver los citados puntos de interés, y alguna cosita más, nos encontrábamos frente a la Casa Consistorial, sita en el número 6 de la arteria principal de Xixona: la avenida de la Constitución (Avinguda de la Constitució, La Plaça).

Y ahora sí que sí la excursión conduce hacia una experiencia dulce, aromática y especial.

La Feria de Navidad de Jijona es la más importante de la Comunidad valenciana.

Este bonito mercado navideño, donde los dulces típicos navideños, en particular el turrón, son protagonistas indiscutibles, se extiende a ambos lados de la avenida de la Constitución.

De pie, con la vista puesta al frente – dejando el Ayuntamiento a la derecha y el Punto de Información a la izquierda-, da el pistoletazo de salida, y adéntrate en el mercadillo, formado en 2021 por un total de noventa casetas.

El mundo interior del mercadillo hace que los sentidos se activen, sobre todo el olfato y el gusto.

Y como si se tratara de una fiesta de fantasía, vestida y perfumada para la ocasión con colores vistosos y aromas embriagadores, los productos entran antes por la vista que por la boca.

En las casetas, al mando de personas amables, se degusta toda clase de dulces y turrones.

Entre caseta y caseta, de izquierda a derecha, pasamos por la famosa fábrica La Turronería y por la heladería artesana Helados Antiu Xixona.

En la puerta de la fábrica de Turrones y Dulces un gigante Papá Noel daba la bienvenida a todo aquel que deseara entrar, bien para visitar la fábrica, bien para adquirir productos artesanales en la tienda.

Una vez que recorrimos el mercadillo, y con la idea más o menos clara de lo que nos queríamos llevar a casa, paramos (a la vuelta) en las casetas Turrones Ana Sirvent y Artesanías Laura Colomina, donde compramos tres tabletas de turrón, una torta de chocolate con almendras, polvorones y mazapanes.

Por supuesto, todo riquísimo.

Como la hora de comer se nos había echado encima, buscamos restaurantes en la calle paralela a la principal. Imposible, todos estaban ocupados.

Cambiando de rumbo bajamos por la calle del Vall hasta Barranc de la Font, para ver el belén campestre, a tamaño real. Y un árbol de Navidad.

(En la calle del Vall pasamos por “La Caseta Fonda”).

En este punto hay tres tallas pequeñitas de piedra, camufladas entre los tallos de las palmeras.

Enfrente se encuentra la explanada del Barranc de la Font. Y como en ella había varias food truck (gastronetas que preparan y venden comida callejera), pedimos un par de hamburguesas de carne y pollo con patatas fritas y unos refrescos.

Nos supieron a gloria bendita.

Antes de irnos subimos por el sendero del barranco, hasta donde termina la parte transitable (después continua por suelo pedregoso e irregular hasta la Penya Migjorn).

Arriba hay otra perspectiva del belén, y de la zona.

Hubo algo… En el barranco…

Cuando llegamos al belén el agua caía en forma de fina cascada por la rocosa pared vertical; sin embargo, luego (mientras comíamos), me di cuenta que había dejado de caer.

-¿Será que arriba hay un caño y alguien lo ha cerrado?-. Le pregunté a mi marido.

-Sí, claro-. Contestó él .-Seguro que lo ha cerrado el Grinch con el que te has hecho la foto.

Yendo hacia el coche nos topamos con un mural dedicado al producto estrella del municipio alicantino. Y pasamos por el Forn del Raval de la Peñita.

Forn del Raval es una de las panaderías más antiguas de la Comunidad valenciana, que a día de hoy funciona a pleno rendimiento.

En la misma calle (Carrer del Raval) está la ermita del Raval, en la que tuvo lugar el segundo milagro de San Sebastián:

El 24 de julio de 1600, el matrimonio formado por el sastre Juan Berenguer y Úrsula Morant, que vivían al principio del Raval, oraban con insistencia ante la imagen de San Sebastián.

La imagen había sido encontrada milagrosa años atrás.

Y a diario, oraban ante el santo para que les protegiera de la mortífera peste que asolaba la comarca.

Mientras oraban, Juan y Úrsula vieron que de los ojos de la imagen se desprendía un líquido, y estaban como bañados en lágrimas. La mujer lavó el rostro del santo al grito de:

-El Sant està plorant! El Sant està plorant! (¡El Santo está llorando! ¡El Santo está llorando!

Ante esto, Úrsula llamó a sus vecinas y fue al encuentro del cura y de la justicia.

La imagen de San Sebastián estuvo llorando un día entero y el pueblo admiró y proclamó el milagro por las calles al grito de Miracle! Milacle! (¡Milagro! ¡Milagro!) ya que la peste se paró en Xátiva y Alcoi y no llegó a Xixona.

El notario Joan Sanchís levantó acta del milagro. La imagen fue llevada en solemne procesión a la iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción y San Sebastián fue declarado Copatrono Protector de Xixona.

La casa del raval -testigo del milagro- fue donada al Ayuntamiento y reconvertida en ermita.

Con la historia del milagro de San Sebastián me despido con un “ha sido una placer haberte conocido, Xixona, dulce Xixona”.

Por Carolina Olivares Rodríguez.