Puesta en marcha de las ocho primeras rutas “Saborea España”

Cambrils, Denia, Gran Canaria, Lanzarote, Sevilla, Valencia, Valladolid y Vinarós protagonistas

Enrique Sancho

Se acaba de dar el pistoletazo de salida a las primeras rutas “Saborea España” que cuentan con el apoyo institucional de la Secretaría de Estado de Turismo, y empresarial por parte de la asociación Euro-Toques que agrupa a cientos de cocineros –entre ellos nada menos que 110 estrellas Michelin– y la Federación Española de Hostelería (FEHR) que representa a los más de 170.000 establecimientos dedicados a esta actividad en España y sus 1,7 millones de trabajadores, la Asociación Española de Destinos para la Promoción de Turismo Gastronómico, la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (FACYRE) y Paradores de Turismo.

 

Las Rutas “Saborea España” tratan de potenciar el turismo gastronómico desde la visión de sostenibilidad en la producción, cuidando el producto desde la tierra para preservar su calidad; en la salud, poniendo en valor la dieta mediterránea; y en lo medioambiental, cuidando los territorios y preservándolos en el tiempo, según indica la presidenta de Destinos de la plataforma, Ana Redondo. Además, la chef Susi Díaz considera que los productores «necesitan ayuda» de las instituciones y empresarios para que se mantengan los productos típicos de cada tierra y las diferencias entre cada zona con una mayor promoción en iniciativas de este tipo.

La Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, considera que estas rutas pondrán en valor la gastronomía y los productos españoles, motivo por el que cada vez acuden más visitantes. Oliver ha señalado las posibilidades y combinaciones que ofrece la gastronomía española y ha manifestado la convicción de la Secretaría de Estado en su importancia. El objetivo del proyecto es dar a conocer estas rutas para que el visitante pueda invertir y gastar más en cada destino con la intención de beneficiar al propio destino y a empresarios y productores, que podrán atraer a los turistas con sus propuestas de una manera razonable y sostenible.

Esta propuesta viajera, tiene por objetivo guiar a los turistas que vienen a nuestro país a lo largo de distintas Rutas Gastronómicas que han elaborado desde Saborea España. La idea es que con el hilo conductor de la gastronomía y sus productos, el visitante conozca también la historia, la cultura, la naturaleza, las playas o bosques y las gentes de cada localidad. Las primeras tienen por escenario Valladolid, Valencia, Sevilla, Lanzarote, Gran Canaria, Dénia (Alicante), Cambrils (Tarragona) y Vinarós (Castellón), pero tras ellas habrá muchas más. La gastronomía ocupa un papel protagonista entre las prioridades de los viajeros, tanto nacionales como extranjeros. Estos últimos lo indican año tras año entre las principales razones para visitar nuestro país. De los 82 millones de visitantes extranjeros que vinieron a España en 2017, casi 15 millones lo hicieron atraídos en primer lugar por la gastronomía, lo que supone un 20% del total de turistas que eligen España como destino de viaje. La cifra es más reveladora aún al considerar que el turismo extranjero generó alrededor de 60.300 millones de euros.

Las rutas y sus productos

Cada una de las rutas pone el acento en sus propuestas turísticas y, naturalmente, en sus productos. Así Valladolid, sigue fiel a la tradición, pero ha sabido dar el salto a las últimas tendencias en la cocina. Aromas, cromatismo y sabor fusionan el pasado con el futuro: alta cocina y cocina tradicional se dan la mano para satisfacer las necesidades del viajero más exigente. Sin olvidar su plato estrella, el lechazo, en los últimos años, son las tapas, que han dado a la gastronomía española fama internacional y Valladolid ostenta el título indiscutible de Capital de la Tapa. Las barras de sus bares y restaurantes se llenan de estas joyas de la cocina en miniatura. Además, la provincia de Valladolid posee cinco denominaciones de origen: Rueda, Ribera del Duero, Cigales, Toro y Vinos de la Tierra de León.

Valencia, mediterránea por esencia, basa su gastronomía en la riqueza de materias primas y de cultivos locales surgidos de un territorio único. El mar Mediterráneo, la huerta valenciana y las sierras que la rodean, dan lugar al arroz, las naranjas, las hortalizas, las frutas y los pescados del Mediterráneo que, por su calidad, elevan el sabor de los platos elaborados a la categoría de exquisitos. Por supuesto, su plato estrella es la paella, reconocida en todo el mundo e identificada en muchos casos como el típico plato español. Pero junto a ella hay más de 40 variedades de arroces, guisos de pescado mediterráneo como el suquet de peix o las anguilas en all i pebre, la fideuà o salazones de pescado con los que elaborar platos típicos como el esgarraet o el espencat. Postres herencia del pasado árabe de la ciudad, bebidas singulares como la horchata o la lista de vinos con denominación de origen completan este patrimonio culinario.

Igualmente mediterránea, Dénia contempla cada día el ir y venir de barcos de pescadores, el paisaje salpicado de veleros y el ambiente de sus fiestas se complementan con una gastronomía de fusión mediterránea. Si del mar hay que elegir una protagonista, en Dénia es sin duda la gamba roja. De un color rojo más vivo posee un sabor más intenso que hace que se la considere la mejor del mundo. Primordialmente hervida en agua de mar o a la plancha con un poco de aceite y sal, su elaboración es sencilla. Ello no imposibilita que se experimente con nuevas recetas, que den un toque creativo al plato sin restarle protagonismo a su materia prima principal. El segundo plato estrella de Dénia, y de toda la provincia de Alicante, une mar y tierra. Se trata del arroz a banda, que en sus orígenes los mismos marineros preparaban en sus barcas.

La gastronomía en la capital de Andalucía es natural reflejo de la complejidad y sofisticación de su riquísimo legado histórico. Sevilla ha recogido en su cocina la tradición de todos los pueblos que se han asentado en ella a lo largo de la Historia: romanos, judíos, musulmanes, cristianos, etc. Una ciudad en la que se funden costumbres y sabores de Oriente y de Occidente, que incluye la crucial aportación de los productos de América, su condición de ciudad interior pero con un histórico puerto fluvial y una estrecha relación con las costas cercanas. El tapeo es una arraigada tradición que los sevillanos practican a diario, una manifestación social definitoria de su cultura y gastronomía. Sevilla es cultura del aceite, la naranja, el arroz, la carne de toro, dulces de convento… Sevilla vive en la calle y alrededor de las mesas de sus bares y restaurantes.

Sabor a mar

Al extraordinario clima de Lanzarote y del resto de las Islas Canarias, se le une una gastronomía única, sostenible, ligada al territorio, rica en productos y creadora de paisaje. El resultado no puede ser más gratificante, y Lanzarote tiene el don de ese vigoroso Atlántico que le dota de frescos y sabrosos pescados y mariscos. De su campo brotan verdaderas joyas gastronómicas; como son sus papas o batatas de jable; de su ganado, unos quesos magistrales, premiados a nivel internacional; y de su singular paisaje, unos vinos de una variante de uva única en el mundo, la Malvasía Volcánica.

La vecina Gran Canaria Gran Canaria es una tierra llena de contrastes, un destino que despierta los sentidos. El mar, su origen volcánico, el sol, sus gentes y su inigualable materia prima hacen de este maravilloso enclave en el Atlántico un poderoso caldo de cultivo de grandes cocineros que han convertido la gastronomía de la isla en una razón de peso para visitarla. La sama y el mero, el cochino negro canario o el queso Flor de Guía son algunos de los excelentes ingredientes utilizados por los maestros de la cocina grancanaria en la que también tienen protagonismo otros productos cultivados en la Isla como el aguacate de Mogán, las fresas de Valsequillo, las naranjas de Telde o las piñas y cebollas que se producen en el municipio de Gáldar.

De regreso al Mediterráneo Cambrils, en pleno corazón de la Costa Daurada, es un municipio turístico que une tradición y modernidad, y cuenta con una flota pesquera que, como es costumbre, cada tarde trae esos frutos del mar, tan apreciados por la gastronomía y con los productos de la cooperativa agrícola que son la base de una cocina de reconocido prestigio. Galeras, alcachofas, calamar o el aceite de oliva arbequina, son algunos de los productos más valorados, que junto con el romesco o los fideos rossos, forman parte del ADN mediterráneo de Cambrils.

No muy lejos, y también en la costa mediterránea, se pueden disfrutar los excelentes langostinos de Vinaròs, además de sus 25 playas y recónditas calas, el paraje natural de la Serra del Puig que han convertido a esta localidad en la capital gastronómica de la Costa del Azahar. Si hablamos de gastronomía los pescadores, agricultores, productores, panaderos, pasteleros y cocineros son los auténticos protagonistas. La tradición marinera unida a la riqueza de hortalizas y verduras de su agricultura aportan una amplia variedad de sabores y aromas a su mediterráneo recetario de cocina. Los arroces, pescados y mariscos, junto al langostino de Vinaròs de reconocida fama en el mundo gastronómico por su sabor y calidad, son la base culinaria de los más variados y sabrosos platos.

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