En Navidad estuvimos a bordo de un barco

Tras haber pasado las fiestas navideñas a bordo de un barco tenemos renovadas energías.

El pasado 22 de diciembre, temprano, salimos desde la Terminal 2 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid Barajas con destino a Mauricio (vía París, Francia.)

Después de unas cuantas horas de vuelo embarcamos en el puerto de la capital: Port Louis. Allí daría inicio el crucero que nos llevaría a los países insulares de Seychelles y Madagascar; y a la isla de La Reunión (perteneciente a territorio de ultramar francés) terminando el recorrido de quince días en el punto de partida: Mauricio.

Debido a la duración del viaje, iremos desgranándolo en varios artículos. Antes de zarpar que os parece si damos información general, y os comentamos cómo es la vida a bordo y cuáles son las actividades a realizar.

La oferta en cruceros es bastante amplia y variada. Hay cruceros que duran cinco días (mini cruceros) o una semana; otros quince, veinte, incluso treinta días. Otros duran tres meses o cien días ¡y dan la vuelta al Mundo! También los hay fluviales (navegan por ríos) y los llamados posicionales o de posicionamiento. Son los que cambian la zona de navegación (atraviesan océanos.) Estos últimos son más económicos, al estar menos transitados son ideales para descansar y relajarse.

Antes de que te acerques a una Oficina de Viajes para contratar un viaje de estas características creo sumamente necesario que tengas en cuenta algo primordial:

“debe gustarte el mar.”

El olor del mar y la brisa marina, entre otros, van a ser tus compañeros de viaje. Por tanto piénsatelo bien: si el mar no es lo tuyo, quizá esta opción viajera no sea la más adecuada para ti.

Normalmente la compra del crucero incluye la estancia a bordo (camarote y comida) vuelos de ida y vuelta (con sus respectivas escalas) traslados desde el aeropuerto al puerto y viceversa e impuestos y tasas. Ahora bien, aparte, deberás contratar otros servicios, unos serán obligatorios, otros opcionales.
También has de tener en cuenta -en caso de no estar por España- si precisarás vacunarte u obtener visas y/o visados.

La divisa es otro punto a mencionar. El euro es una moneda con la que podrás manejarte, sin problemas, aún sin der moneda oficial, no sólo en España y Europa sino en muchos destinos.

Recuerda que has de poseer pasaporte electrónico y que su validez normalmente deberá ser inferior a los 180 días. Aquí, ojo avizor y comprueba la caducidad.
Dato importante: todos los cruceros solicitan siempre, siempre el pasaporte. Incluso cuando realizaras un circuito por costas españolas con paradas también en puertos de países europeos pertenecientes a la Unión Europea u otros que, sin ser

Comunitarios, tengan acuerdos o tratados europeos.

El barco navega en aguas internacionales, documentos aparte (incluido el Documento Nacional de Identidad D.N.I. no bastarán.)

Continuando con los servicios tendrás paquetes que incluyan bebidas. En el precio suele ofrecer agua, cerveza y bebidas refrescantes; pero solo en las horas establecidas para las comidas. Fuera de estos horarios, a no ser que lleves algún tipo de paquete de bebidas, todo lo que consumas habrás de abonarlo aparte.
Los pack de bebidas son opcionales. Sin embargo sí tendrás que pagar, por día y persona, la cuota de propina para la tripulación. Suele estar en torno a los 10 euros.

Interesante es llevar un seguro de viaje y otro médico. Si la ruta para en puertos de la Unión Europea puedes solicitar en tu Comunidad Autónoma la Tarjeta Sanitaria. En caso de enfermar serás atendido en centros hospitalarios, sin

problemas, ni posteriores recargos económicos.

Aunque este recurso (Tarjeta Sanitaria Europea) en el supuesto de que tengas que ser asistido por los facultativos del barco no te servirá. Y de no llevar seguro te pasarán una cuantiosa factura.

La vida en un barco es muy activa y dinámica. Para que te hagas una idea: si alguna vez has contratado un viaje en régimen de Todo Incluido (vuelo más hotel, y/o traslado) aquí prácticamente es lo mismo.

Como todo en la vida este tipo de viaje tiene su pro y su contra.
Francamente, y a mí parecer, pocos contras encuentro. Quizá uno radique en la navegación: algunos cruceros tienes uno, dos o más días de navegación. No es el caso… Pero algunas personas podrían agobiarse al no tocar tierra en varios días.
Por lo demás, todo son pros. Viajarás de noche y despertarás en diferentes puertos. A bordo tendrás gimnasio (con zona de aguas) y tiendas para comprar colonias, ropa, relojes… Previo pago te darán masajes, tratamientos de belleza

Faciales y corporales…

El grupo de animación es incombustible. Sus componentes darán clases (gratuitas) de gimnasia, baile; preparan juegos…
Además de Recepción la mayoría de los barcos disponen de Servicio de Atención para contratar o reservar otros cruceros. También hay biblioteca, casino, discoteca, teatro; bares y restaurantes (algunos de pago.)

Al caer la tarde espectáculos musicales, de humor o magia amenizarán a los cruceristas.

No hay que olvidar las excursiones en tierra firme. Vas a visitar lugares de todo tipo: ciudades históricas o vanguardistas, pequeñitas o grandiosas; islas paradisíacas…
Aprovecha la oportunidad de descubrir esos desconocidos lugares.
En el barco podrás reservar excursiones. No hay obligación de realizarlas con la naviera, puedes contratar otras.

Como todo, de nuevo el pro y el contra. La ventaja de contratar las excursiones que ofrece la naviera es que, en la hipótesis de que la misma se demore, el barco siempre te esperará. De lo contrario, si contratas por tu cuenta y riesgo, y, a la hora límite de salida no estás… Bon voyage… Te quedarás en Tierra.
¿Por contra? Las excursiones de la naviera tienen precios bastante elevados, en comparación con otras ofertas. Deberás llevarlas contratadas desde España. Otra alternativa es contratarlas al desembarcar.

    Diversión y entretenimiento no faltarán.

Y como no podría ser de otro modo… Maravillosos amaneceres y maravillosas puestas de sol te acompañarán de proa a popa en toda la travesía.

Tras la exposición ¿te apetece acompañarnos al primer puerto de destino?

Seguro que sí.

   Próximo destino: navegando por el océano Índico. País insular, Mauricio