Dos hombres, dos mitos que fueron amigos y la vida les hizo coincidir en su día de muerte

Maradona en su última carta en 2015, dice: «Fidel, si algo he aprendido contigo a lo largo de años de sincera y hermosa amistad es que la lealtad no tiene precio, que un amigo vale más que todo el oro del mundo y que las ideas no se negocian»

maradona y fidelNadie puede negar la trascendencia del líder de la revolución cubana, como nadie puede discutir la del astro del futbol. Ambos por diferentes derroteros trascendieron, y por cosas de la vida unieron en sello definitivo sus vidas en el día de su muerte un 25 de noviembre con cuatro años de diferencia.

El “Pelusa” consideró a Fidel como su “segundo padre”, “su amigo del alma” e incluso llego a decirle que era su “fuente de inspiración”. Los que conocieron detalles de esa amistad, me contaban de la franqueza y sensibilidad con que se hablaban, y el sentido paternal del brazo sobre el hombro o el consejo y las horas de conversación del líder al joven astro del futbol. Había química, por muy complejas razones que ya ambos llevan en sus almas al cielo.

Se dieron múltiples muestras de afecto profundo, y de la misma forma que se acondicionó en el 2000 un Centro de Rehabilitación para Adicciones para tratar la del Astro, este se tatuó la imagen y firma de Fidel en la pierna izquierda, la de sus mas famosos goles. Quería, según dijo, tener en su cuerpo la de los dos más grandes hombres de la historia, el Che en el hombro derecho y el de Fidel en su pierna izquierda,

En 2015 Fidel le escribió: “Yo soy un político, pero como niño, adolescente y joven, fui deportista y a esta noble práctica dedique la mayor parte de mi tiempo libre. Admiro tu conducta por diferentes razones: tuve el privilegio de conocerte cuando triunfaron los latinoamericanos. Tu has vencido las pruebas más difíciles como atleta y joven de origen humilde

Dos grandes de la historia, que se recordarán…

Jorge A. Capote Abreu

Santander, 26 de noviembre de 2020