Crucero de posicionamiento: con la brújula hacia la antigua persia. Escapada a Milán. Italia. Europa (segunda parte)

La mañana del viernes, 1 de diciembre de 2018, Carlos y yo salimos desde la Terminal T2 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid – Barajas en vuelo directo al Aeropuerto Internacional Orio al Serio (Aeropuerto de Bérgamo BGY). Este vuelo tiene una duración de dos horas y quince minutos.

Una vez que recogimos el equipaje, fuera tomamos un autobús que nos llevó hasta Stazione di Milano Centrale (Estación Central de Trenes).

Las compañías de autobús que hacen el trayecto son dos: Orio Shuttle y Terravision.

Este es el modo más económico de desplazarse de Bérgamo a Milán.

Las salidas de los autobuses coinciden con la llegada de los vuelos. El trayecto es aproximadamente de una hora y no tiene paradas.

Los billetes los puedes comprar allí mismo; pero si los compras por Internet te harán descuento.

Nota: en aquella fecha, comprando el billete online desde España, tenía un coste de 5 euros por viaje y persona. En caso de tomar esta opción imprime el o los comprobante/es.

Como no era la primera vez que estábamos en Milán, íbamos sobre seguro.

En esta ocasión estaríamos un día, suficiente para ver aquello que teníamos en mente. Y en caso de que nos quedara algo pendiente -por falta de tiempo o por causas ajenas a nuestra disponibilidad y voluntad- siempre podríamos regresar en el futuro.

Nota: como norma general cuando vamos de crucero compramos los vuelos aparte y estamos en el puerto de salida o en una población cercana antes. Esto lo hacemos por dos razones: para ampliar el viaje y como medida preventiva.

Nuestro hotel -Hotel Bernina- está a pocos minutos andando de la Estación Central de Trenes. Tras registrarnos y dejar las maletas en la habitación asignada, nos encaminamos hacia el centro de la ciudad para visitarla, y comer.

DATOS DE MILÁN, LA CIUDAD DE LA MODA

Antes de iniciar la visita os dejo esto:

-Milán es la ciudad metropolitana, capital de Lombardía, que es una de las veinte regiones que forman parte de la República Italiana (nombre oficial de Italia).

-Es el área metropolitana más desarrollada y grande de Italia y, después de su capital (Roma), es la segunda localidad más poblada del país.

-La metrópoli se halla en la llanura de Padana o valle del Po.

-Su gentilicio es milanés/esa.

-Además de ser la capital financiera de Italia, es la Ciudad de la Moda.

Diseñadores de prestigiosas marcas de alta costura, a nivel internacional, organizan  anualmente desfiles para presentar al público sus nuevos y últimos diseños.

-Milán está hermanada con varias ciudades, una de ellas es Barcelona.

VISITANDO LA CAPITAL DE LOMBARDÍA

Las primeras cosas que vimos al llegar a Milán fueron la Torre Pirelli o Pirellone y la escultura La Mela Reintegrata (La Manzana Reintegrada).

El Pirellone tiene 127 metros de altura y 32 plantas, está junto a la Estación Central de Trenes y alberga la sede del Consejo Regional de Lombardía.

En el último piso del elegante y moderno rascacielos hay un mirador. En días concretos del año se puede acceder a él.

Cuando vayas a Milán averigua qué días dejan subir. Con suerte podrás disfrutar de una privilegiada vista de la llanura de Padana.

La Mela Reintegrata se alza en la Piazza Duca d´Acosta frente a la Estación Central de Trenes. Tiene 8 metros de altura, siete de diámetro y pesa 11 toneladas. Y es obra del artista y teórico del arte italiano Michelangelo Pistoletto.

La llamativa manzana es de mármol, salvo un trozo, una mordedura sujeta al cuerpo  principal con grapas enormes de alta tecnología de acero inoxidable. La costura al cuerpo de la manzana representa el equilibrio.

La blanca manzana trasmite un mensaje: la necesidad de salvar a la humanidad, empleando el concepto de sostenibilidad.

La Manzana Reintegrada es un símbolo del inicio de una nueva era y aúne el mundo artificial con el mundo natural.

Caminando por la via Vittor Pisani llegamos a la Piazza della Repubblica y al Bastioni Porta Venezia (en el Centro Histórico).

En la Plaza de la República hay unos jardines que cuentan con varios monumentos de piedra. Uno de ellos está dedicado a Mauricio Quadrio, Luigi Tinelli y Amatore Sciesa. También hay una estatua y un monumento de Giuseppe Mazzini, apodado como “el alma de Italia”.

Todos estas personas tuvieron un papel relevante en la historia italiana.

Siguiendo la ruta en el plano callejero que nos habían dado en el hotel nos dirigimos a la Piazza San Marco con intención de visitar la basílica de San Marco. Después de la catedral (duomo) es la segunda edificación religiosa más importante de Milán.

Alzando la vista, en un lateral posterior -donde debiera estar la esfera numerada de un reloj- se conservan las manecillas que marcan la hora y los minutos. Lo curioso es que la hora que marca es las 10:00 horas, es decir, una de las horas que figura en los anuncios de publicidad de todo el mundo (la otra sería las dos menos diez).

Parece, por tanto, que esta iglesia de la Ciudad de la Moda sigue los cánones y preceptos… Como Dios manda.

Ya en la Plaza San Marcos accedimos a la bonita basílica de San Marcos. Sus estilos arquitectónicos son: barroco, gótico y neogótico. Está decorada con numerosas obras de arte: frescos del pintor Giovanni Paolo Lomazzo, mosaicos y esculturas (algunas fueron restauradas por el arquitecto y restaurador Carlo Francesco Maciachini en el siglo XIX).

Se cree que al edificio religioso se le añadió una construcción preexistente dedicada al  apóstol San Marcos en gratitud a los venecianos que ayudaron a Milán durante la guerra (siglo VII) contra el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja.

En la casa del párroco -pegada a la fachada- hay un letrero donde se puede leer información referente al compositor y pianista austríaco Wolfgang Amadeus Mozart, quien vivió tres meses allí.

El 22 de mayo de 1874, coincidiendo con el aniversario de la muerte del poeta y narrador Alessandro Manzoni, Giuseppe Verdi estrenaría en la basílica de San Marcos su célebre Requiem.

Saliendo de la Plaza de San Marcos divisamos a la derecha la Torre Unicredit y pasamos por Piccolo Teatro Strehler.

No tardamos en llegar al Castello Sforzesco.

CASTELLO SFORZESCO (CASTILLO DE LOS ESFORZA) Y PARQUE SEMPIONE

El Castillo de Los Sforza se localiza en la Piazza Castello. Es un cuadrado que tiene 180 metros de lado y cuatro torres angulares. Nosotros ya lo habíamos visitado con anterioridad; pero no nos importó volver a visitarlo porque es uno de los emblemas de la urbe.

Frente a la fuente que hay en la Plaza del Castillo se erige la torre centrale detta del Filarete (Torre del Filarete). Bajo ella está la entrada principal del castillo; en su fachada vemos un monumento de Humberto Primo.

Acceder a la fortaleza es gratis. La primera planta alberga estatuas, el Patio de Armas o Patio de la Roqueta, el pórtico y la Corte Ducal, varios museos y una pinacoteca.

La parte posterior desemboca en el parque más representativo de Milán: el Parque Sempione.

El gran Parque Sempione -que tiene más de 47 hectáreas- fue construido en el antiguo patio de armas del Castillo de Los Sforza entre los años 1890 y 1893. El proyecto fue diseñado por el arquitecto italiano Emilio Alemagna y está inspirado en los jardines ingleses del siglo XIV.

El Parque Sempione es frecuentado tanto por milaneses como por turistas. Las zonas verdes están llenas de altos árboles; por sus verdeas te toparás con alguna que otra estatua y fuente. Y dispone de áreas caninas, quioscos (bares) y servicios públicos.

El corazón del cuidadoso parque esconde un pequeño lago artificial. Sobre sus aguas, por las que nadan decenas de patos, descubrirás el Ponte delle Sirenette (Puente de las Sirenas) llamado así por tener las estatuas de cuatro sirenas.

El parque posee estos edificios:

-Arco della Pace en la Piazza Sempione.

-Aqcuario Civico.

-Arena Civica.

-Palazzo dell´Arte (Triennale di Milano).

-Torre Littoria o Torre del Parco (o Torre Branca).

Mirando aquí y allá verás personas de todas las edades. Algunas estarán sentadas en los bancos de madera o en la mullida hierba, absortas en la lectura de un libro o un periódico; otras, en actitud reflexiva, estarán acompañadas únicamente por la soledad. También verás grupos de adolescentes charlando animadamente, parejas de enamorados paseando y/o robándose un beso de amor; familias huyendo de la monotonía, disfrutando de la desconexión; niños jugando, jóvenes montados en bicicletas, mayores con sus perros.

Desde el Parque Sempione hay una inigualable vista panorámica del Castillo de Los Sforza. La mejor hora del día para pasear por el parque es al atardecer.

Sin duda alguna este bello lugar te cubrirá de alegría y romanticismo.

Próximo al Parque Sempione y al Castillo de Los Sforza se encuentra la Piazzale Luigi Cardona y la escultura Ago, filo e nodo (Aguja, hilo y nudo).

La Gran Plaza Luigi Cardona es el nudo de comunicaciones que une la estación de tren Cardona y dos líneas de la red de metro de Milán.

La curiosa y original escultura es la obra conjunta del matrimonio formado por los artistas Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen.

Nota: Claes es un escultor sueco pionero del movimiento artístico Pop Arte, especializado en arte público, que gusta representar réplicas de objetos cotidianos a gran escala. Coosje (fallecida el 10 de enero de 2009) fue crítica de arte, escultora e historiadora de arte estadounidense.

El motivo por el que la escultura se ubica en la Gran Plaza Luigi Cardona es por la doble reconstrucción de la vieja plaza y de la estación de tren homónima.

La colorida escultura se divide en dos: una gigantesca aguja gris inclinada, enhebrada con un hilo tricolor (amarillo, rojo y verde) y un nudo que despunta de la fuente, al otro lado.

La estatua en sí, y su localización, tiene una doble interpretación:

-Aguja, hilo y nudo representa la doble labor de la moda (milanesa y mundial).

-El amarillo, el rojo y el verde simbolizan los colores de las tres líneas de metro.

Y si hilamos más fino apreciamos un detalle más, habiendo entonces una triple interpretación: el nudo de la escultura hace un guiño al ya mencionado nudo de comunicaciones de la plaza.

Tras fotografiar la gran plaza y la escultura callejeamos esta parte de la ciudad. Fue así como dimos con una modesta estatua de Nelson Mandela.

Al poco nos encontrábamos en via Dante, una calle peatonal comercial, muy transitada -construida en el siglo XIX- que comienza en Largo Cairoli y termina en la Piazza Cordusio. Si la recorres de principio a fin te tropezarás con el monumento ecuestre del militar y político Giuseppe Garibaldi y la estatua del poeta Giuseppe Parini (ambos italianos). Girándote divisarás el Castillo de Los Sforza.

A eso de las cinco y media de la tarde la claridad del día comenzó a apagarse, y como preludio de que la noche no tardaría en hacer acto de presencia, las luces artificiales la sustituyeron… Pero nosotros aún teníamos cosas pendientes (cosas que, aunque ya habíamos visto, nos apetecía volver a ver).

QUADRILATERO D´ORO (CUADRILÁTERO DE ORO)

El cuadrilátero de oro está en el centro de Milán. Y es el centro de la moda italiana e internacional.

Al cuadrilátero de la moda lo delimitan:

-Via Montenapoleone.

-Via Alessandro Manzoni.

-Via della Spiga.

-Via Sant´Andrea (pudiéndose agrandar hasta Corso Venezia).

En el cuadrilátero de oro encontrarás coloridas y luminosas boutiques, joyerías, perfumerías; almacenes y talleres de diseñadores italianos y extranjeros; anticuarios, cafeterías, librerías, museos, palacios…

En las calles colindantes al cuadrilátero se sitúan la Piazza della Scala y la Galleria Vittorio Emanuele II.

La Plaza de la Escala es peatonal y debe su nombre a que en ella se halla el Teatro alla Scala.

Además del teatro de la ópera de Milán (La Escala) en la plaza hay tres palacios: Palazzo della Banca Commerciale Italiana, Palazzo Beltrami y Palazzo Marino.

El centro de la Plaza de la Escala lo decora el monumento del polímata Leonardo da Vinci. En verdad es un conjunto escultórico conmemorativo, obra del escultor Pietro Magni (inaugurado el 4 de septiembre de 1872).

Rodeando la escultura central vemos cuatro esculturas que representan a los alumnos que tuvo el artista: Cesare da Sesto, Gian Giacomo Caprotti da Oreno, Giovanni Antonio Boltraffio y Marco d´Oggiono.

Desde la Plaza de la Escala accedimos a la famosa Galería Víctor Manuel II por uno de los dos arcos de triunfo dedicados al Padre della Patria (Padre de la Patria) es decir, a Vittorio Emanuele II -14 de marzo de 1820 en Turín – 9 de enero de 1878 en Roma- que fue el primer rey de Italia.

Anticiparos que la galería es la vía que conecta la Piazza della Scala con la Piazza del Duomo, y que a esta se sale por otro gran arco.

Como mi marido y yo habíamos paseado por ella una mañana de verano, esta vez el paseo lo haríamos una tarde otoñal.

GALLERIA VITTORIO EMANUELE II Y PIAZZA DEL DUOMO

La Galería Víctor Manuel II o il Salotto di Milano (el Salón de Milán) es un precioso edificio formado por dos arcadas perpendiculares y una cúpula de hierro y vidrio. Dentro hay tiendas donde se venden cuadros, libros, joyas, ropa exclusiva; cafeterías, heladerías, restaurantes (algunos de estos comercios son los más antiguos de la ciudad).

Aquel primer día del último mes del año el centro de la galería estaba adornado por un grandioso árbol de Navidad. Observándolo pensé que la práctica de adelantar la celebración de las principales fiestas se ha extendido por todo el mundo. Es de suponer que el hecho de suscitar el consumismo en la gente prevalece al festejo en sí.

Independientemente de la fecha en la que estés en Milán y vayas a la Galería de Víctor Manuel II, busca en el suelo los mosaicos que simbolizan los escudos de las ciudades de nacimiento y muerte del rey italiano: la loba romana (Capitolina o Luperca) con Rómulo y Remo y el Toro di Torino (Toro de Turín).

Nota: el total de los mosaicos representativos son cuatro. Los otros dos escudos representan las ciudades de Florencia (un lirio) y Milán (una cruz roja).

Cuando estés con la mirada puesta en el toro, sí, admítelo, los ojos se te irán al hoyo desgastado que sustituye a sus genitales. La explicación a esto es por cumplir una tradición que consiste en introducir el talón del pie en el hoyo (pisarle los testículos al toro) y girar tres veces con los ojos cerrados sobre él al tiempo que pides un deseo que nadie debe saber. Si cumples el ritual tu deseo se hará realidad y regresarás a Milán.

Concluido el recorrido por la galería salimos a la Plaza del Duomo donde nos deslumbramos con la catedral.

La Plaza del Duomo, en sentido estricto, es el centro geográfico de Milán; y crucial en los aspectos artísticos, culturales y sociales. El centro lo gobierna el monumento ecuestre de Vittorio Emanuele II, obra del escultor romano Ercole Rosa, hecho de bronce, granito y mármol de Carraca.

Nota: igual que en la galería, en nuestra segunda visita el espíritu navideño invadía la parte central de la Plaza del Duomo con un altísimo árbol.

En la plaza destacan cinco palacios:

-Palazzo Caminali (sito frente al duomo).

-Palazzo dell´Arengario – Museo del Novecento dedicado al arte del siglo XX.

-Palazzo dei Portici Meridionali (Palacio de la Arcada Meridional o Palacio de la Puerta del Sur).

-Palazzo dei Portici Settentrionali (Palacio de la Arcada Septentrional o Palacio de la Puerta del Norte) – Arco de la galería.

-Palazzo Reali di Milano (Palacio Real de Milán).

Cada palacio encierre una historia. Algunas son realmente interesantes.

DUOMO DE MILÁN

Duomo -del latín Domus Dei, a su vez traducido del italiano como catedral- significa Casa de Dios.

Nombre oficial: Basilica cattedrale metropolitana di Santa Maria Nascente.

La primera piedra se puso en el año 1386 -bajo el mandato del gobernante milanés Gian Galeazzo Visconti- finalizándose la construcción en 1965.

Las dimensiones del templo son: 158, 5 metros de largo por noventa y dos de ancho. Su superficie de 11. 000 metros cuadrados puede albergar a 40.000 personas.

La blanquecina e impresionante catedral, de estilos neoclásico, gótico y neogótico, es uno de los edificios de la religión católica más grandes del mundo.

Aquí, el apartado lo divido en dos:

-Interior de la catedral.

-Subida a la terraza.

Ojo: al llegar a la Plaza del Duomo podrías encontrarte con largas colas. Carlos y yo accedimos a ella en nuestra primera visita a Milán. Lo que no puedo precisar es si en la actualidad el acceso es gratuito o de pago porque de aquellas (julio de 2013) contratamos una excursión que incluía la entrada.

Si tienes interés en subir a la terraza puedes hacer la compra desde España, vía online, o en las taquillas (mismo día).

Te recuerdo que has de guardar decoro. Por tanto, lleva ropa adecuada (hombros cubiertos y prendas por debajo de la rodilla).

  1. INTERIOR DE LA CATEDRAL

El duomo de Milán es digno de admirar. Consta de cinco naves (la central y cuatro laterales). En contraste a la fachada exterior -mármol blanco rosado- el interior está revestido con placas de mármol oscurecido.

¿Qué vas a ver? Altares y retablos, altas columnas con esculturas talladas, cuadros y cromáticas vidrieras que representan escenarios bíblicos y/o religiosos; esqueletos de santos elegantemente ataviados, monumentos funerarios y sarcófagos.

De todas las riquezas que alberga la catedral destacaría dos: uno de los clavos de la cruz de Cristo y la insigne estatua del apóstol San Bartolomé.

El clavo de la cruz de Cristo está guardado en una bóveda del techo, tras el altar.

La insigne estatua de San Bartolomé, obra del escultor italiano Marco d´Agrate, se visualiza sin piel, simbolizando con ello el martirio que sufrió (fue desollado vivo).

Por esta cruel forma de morir es el patrón de los curtidores.

Dentro, cabe la posibilidad de descender hasta la cripta para ver la capilla donde están las reliquias de San Carlo Borromeo y visitar el “Tesoro de la Catedral”.

  1. SUBIDA A LA TERRAZA

Tras mostrar los tickets al personal y pasar los arcos de seguridad, ascendimos a la terraza panorámica de la catedral. Deciros que se puede subir en ascensor o por las escaleras.

Arriba, prepárate para pasear por la azotea del Duomo de Milán entre todos los elementos arquitectónicos que lo conforman. Chapiteles, cresterías y pináculos; ¡Y gárgolas!

El un entorno gris, salpicado por luces amarillentas, observarás la parte posterior de las coloridas vidrieras.

Las 135 torres (o agujas) culminan en una estatua. Y su cúspide lo corona La Madonnina, que es una estatua de cobre dorado de Carlo Pellicani.

La Madonnina representa a la Asunción y es el símbolo de Milán.

La perspectiva desde las alturas fue especialmente bella. Abajo, la Plaza del Duomo, y sus alrededores, se habían cubierto con el manto estrellado de la noche…

Y allí, rozando el cielo, tuve la certeza de estar viviendo un precioso regalo de cumpleaños.

Camino al hotel, a nuestra izquierda, nos topamos con la Piazza del Carmine e hicimos una parada para entrar a la iglesia de Santa Maria del Carmine. Pero antes nos dedicamos a contemplar una escultura modernista llamada Toscano, obra del escultor polaco Igor Mitoraj (fallecido el 6 de octubre de 2014 en París, Francia).

El acceso a la iglesia de Santa Maria del Carmine fue fortuito.

Lo que destaco de su interior es un original Niño Jesús alojado en un cuerpo esférico. En un letrero a los pies del Niño se lee el nombre del artista y el de la escultura: Eduardo Brocca Toletti – Natività Universale 2010.

Supuestamente el cuerpo esférico representa a uno de los cuatro planetas -de los nueve de nuestro sistema solar- que tienen anillos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno).

CENÁCULO VINICIANO

Como comenté al principio del artículo, a veces, por falta de tiempo o por causas ajenas a la disponibilidad y voluntad, quizá te quede algo por visitar.

En nuestro caso, así fue.

Por estar agotadas las entradas no pudimos ver la absoluta obra maestra del arte italiano: La última cena de Leonardo da Vinci.

La última cena es una pintura renacentista localizada en el refectorio, o comedor, del convento o iglesia de la Orden de Predicadores de Milán de Santa Maria delle Grazie.

Curiosidades de la obra más célebre e importante de Leonardo da Vinci:

-La última cena se basa en uno de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento de la Biblia: el Evangelio de San Juan.

-La obra no es un fresco: es un mural al temple sobre yeso.

-La última cena salió ilesa de un bombardeo anglo-americano (año 1943). Los muros del refectorio sufrieron graves daños; pero milagrosamente, lo poco que se mantuvo de ellos, fue la pintura mural… Aunque más que por obra milagrosa lo que en verdad la salvó fue unos sacos de arena que la protegían.

-El lugar donde se asienta (comedor) es donde los monjes dominicos cenaban. De este modo, todos, Cristo, apóstoles y monjes, cenaban en consonancia.

-Astrología y ocultismo: la última cena podría representar al universo, al sistema solar y al zodiaco, simbolizando los doce apóstoles a los signos zodiacales y Jesucristo al sol.

Aunque creas que no te queda nada por ver… Siempre queda todo por explorar.

GASTRONOMÍA

De la cocina milanesa destacan:

-Ensalada capre (lleva tomate y queso mozzarella).

-Bresaola (embutido de ternera).

-Risotto alla millanese (arroz a la milanesa). Es un plato de arroz amarillo cocinado con azafrán.

-Cotoletta alla milanese (pequeña costilla a la milanesa). Es un escalope servido con arroz.

-El Panettoni o Panetone. Es un tradicional dulce navideño.

Como no, y estando en Italia, siempre podrás comer pasta, sus típicos y riquísimos helados, tomar un capuchino y probar el limoncello (que como su nombre indica, es un licor de limón).

ÚLTIMAS HORAS EN MILÁN

Después de cenar y ducharnos, nos acostamos.

Al día siguiente, tras desayunar y hacer el check out, salimos del Hotel Bernina en dirección a la Estación Central de Trenes para tomar un tren hacia la ciudad italiana de Savona.

Por Carolina Olivares Rodríguez.