400 poemas y un poeta: religión y malditismo

poemasParece que la poesía se resiente; bueno, la poesía, no…leer poesía cuesta. El lector en muchas ocasiones no sabe qué elegir, ni autor ni título. Época o contenido, poetas o poetisas (término ya en desuso)…

Me gustaría en esta colaboración, sugerir algo sobre poetas y poemas.

Poesía y versos. Porque tu “pupila” siempre será “azul” según Bécquer, cuando me pregunten qué es poesía…

Yolanda Obregón, filóloga muy premiada a lo largo de su carrera profesional, me regaló un libro precioso: 400 poemas para explicar la fe. Una obra que abarca la poesía religiosa de todas las épocas de la historia de nuestra lengua en España y América, del siglo XII a nuestros días, inexistente en el panorama editorial. Se trata de una antología orientada a la transmisión de la fe a través del tesoro inmenso de tantos versos espléndidos en castellano, desde el antiguo medieval, del que se ha adaptado su grafía, y se han modificado algunas construcciones morfológicas o sintácticas que podrían dar un sabor excesivamente añejo, al popular y folclórico tan rico y variado en matices. Todo ello desde la emoción lírica.

Nos advierte la editóloga que el orden de los factores altera el producto, pues los más de cuatrocientos poemas aparecen clasificados en catorce grandes grupos temáticos, cuya coherencia se percibe internamente.

En cambio, a mí me gusta leerlos a saltos: del “Quiero creer” de Gerardo Diego a ”La casta Susana” de Lope de Vega, o el “Ovillejo a las negaciones de Pedro” de Quevedo y “El camello cojito” de Gloria Fuertes, y así brujulear saboreándolos. A mi ritmo y a mi aire. Son versos que llegan al corazón y conmueven. Un conjunto literario de primer orden, de una gran belleza para la transmisión de la fe, del arte poético religioso.

Animan a reflexionar sobre la búsqueda esperanzada del sentido vital, a pensar en la gratitud o el dolor, a recapacitar ante la oscuridad, la alabanza…siempre dirigidos a la autenticidad del humano latir de amor, que desea inquieto el descanso.

¡¡Tan propio de nuestros tiempos!!

Esa inquietud vive en el verso de inspiración religiosa, desde la jaculatoria infantil al ángel de la guarda, hasta el gran monumento místico de los poemas de San Juan de la Cruz.

Aunque hay contenidos favoritos para los poetas de todas las épocas y que nunca han dejado de recibir atención (la Virgen María, la Natividad, la Pasión…), existen también temas de época, más o menos atractivos según circunstancias históricas: por ejemplo, un efecto inmediato del Concilio de Trento fue la numerosa producción de poemas dedicados a la Eucaristía, que ya nunca abandonó desde entonces la lírica en lengua castellana.

POEMASA pesar de mi desobediencia a la compiladora, he agradecido que los textos poéticos resulten accesibles y que les preceda una breve explicación; observo que su ordenación aumenta en complejidad, desde los perfectamente inteligibles para niños (o dedicados a ellos), hasta poemas que requieren cierta destreza o especial finura en la comprensión, pasando por la mayoría, que son los que no ofrecen especiales dificultades a un lector medio de cualquier edad. El mérito radica en sacar del arca lo viejo y lo nuevo, lo popular y lo culto, lo corto y lo largo, lo poético y lo dramático, lo fragmentario y el conjunto, puro arte, pura esencia.

Y como hoy va de poemarios, Antonino Nieto Rodríguez nos va a sorprender, igual que lo hace siempre, con la Selección y edición crítica de “su” obra poética editada por quien suscribe estas líneas.

Me animó el convencimiento de su personalidad “poliartística” y  su carácter versátil. No sé si el lector querrá o buscará la adscripción y la etiqueta literaria del poeta: yo no la encuentro: arranca desde los novísimos hasta perderse en el malditismo finisecular.

A mí me parece actual por su temática y la visión tan personal del  momento que nos toca vivir (“esto es lo que hay”, frase célebre ya) con una actitud sincera y expresiva, veraz y elocuente.  Comprometido con el ser humano como individuo y como sociedad, se abre en canal para compartir su yo más íntimo. Sus versos nos arrastran por unos meandros de placer estético, de vivencias reales e imaginadas.

Creo que este libro “huele”. Desprende un aroma a poesía, a experiencia y a sentimientos. A vida, vívida y vivida por el autor editado.

El libro Selección y edición crítica de la obra poética de Antonino Nieto Rodríguez, admite tantas lecturas como lectores, tantas perspectivas como ojos. Es un poliedro que no cercena ni coarta posibilidades.

Se puede abrir por la última página o por la primera. Seguir el orden del índice o saltar capítulos.

De nuevo cada uno a la suya…sin orden ni concierto.

Hemos pretendido elaborar un libro para personas y caracteres dúctiles que cumpla las expectativas de un amplio espectro de intereses.

Se van a dar de bruces con un poeta, fotógrafo, filósofo, artista…tantas facetas como un caleidoscopio. Y todas auténticas. Una recopilación de los aspectos más sobresalientes de la obra y la vida de Antonino Nieto. Si bien es cierto que para descubrirlo hay que recorrer los intersticios versales que el autor nos regala.

Desde que “lo nacieron”, así lo afirma y defiende siempre, constituye una necesidad categórica e imperiosa como los juicios kantianos escribir (se), expresar (se).

Sí hay estrofas, párrafos, más bien, piezas que brillan por sí solas. Únicas. Rotundas, potentes, distintas, sorprendentes, hiperbólicas, transgresoras, melting pot de contenidos, temas, ideas, pensamientos, desvaríos, encuentros y desencuentros, crítica acerada y oración dulce, esperanza acotada e ilusión previsora…

En sus páginas aparecen literatura, arte, protocolo urbano, herencias y futuribles. Verdades, credibilidad y salvación.

Aquel lector curioso e interesado en poesía, encontrará a un escritor generoso y clarividente; transgresor y rompedor de moldes arcaicos, arriesgado en su expresionario, sin corsé moldeador de figuras más o menos acomodaticias.

Destacamos los siguientes títulos: Sudor del agua, La edad del tiempo, Dibujas ausentes, Un fantasma perfecto, La voz del escorpión, En el infinito no hay refugio, El ojo del abismo toma de la mano el arco iris, Toda la carne y el infinito, Escaleras del aire, de otros tantos que ha escrito.

Poemarios recomendados por la autora:

400 poemas para explicar la fe. Selección de poesía religiosa para la catequesis, Ed de Yolanda Obregón, editorial Vita Brevis.

Antonino Nieto Rodríguez. Selección y Edición Crítica de la Obra Poética, Ed de Pilar Úcar, editorial Terra Natio.